Amigos, nos han robado también la sal, nos la han birlado de la mesa, y a cambio nos han puesto una cosa que nos hace enfermar. Es muy difícil de entender que algo tan básico como la sal haya acabado por ser un tóxico que nos afecta de manera tan directa todos los días y a todas las horas.
Como en Navidad se viaja para estar con la familia biológica, me veo año tras año diciendo casi siempre lo mismo: “Veo que aún se sigue usando esta indecencia de sal para cocinar... ¡Cuándo llegará el día de mandarla a hacer puñetas!". Me refiero a la sal blanca, la sal común. Así que últimamente viajo también con sal marina o sal del Himalaya y también con una botella de aceite de primera presión. Es como una cruzada de la que no pienso desistir.
La maravillosa sal marina de siempre nada tiene que ver con la sal de mesa de uso habitual, metida en los hogares durante estos últimos 30 años. La sal marina es el resultado de la evaporación del agua del mar, se trata de un compuesto de más de 80 elementos estables de la tabla periódica, esa sal es una sal de verdad, una maravilla. Sin embargo la sal común refinada, que ha invadido las casas de todos los países occidentales, es un subproducto conseguido a través de un proceso industrial llevado a cabo con temperaturas de cerca de 700ºC que altera de raíz su especial estructura cristalina.
Conclusión: intentan poner en nuestra mesa un producto altamente manipulado que genera retención de líquidos, obesidad, celulitis, esclerósis, artritis, gota, reuma, hipertensión, insomnio, fatiga, úlceras, caída del cabello y un largo etcétera. Entonces. Esta es mi propuesta: tirad esa sal de mesa de uso habitual, tiradla hoy mismo; SAL DE TU CASA, ve a un herbolario y compra sal marina sin refinar que no contenga ningún conservante ni antiapelmazante (la sal de la Bretaña francesa es muy buena); podéis adquirir también la sal de cristal o sal del himalaya, las dos son baratas y os van a durar mucho tiempo.
En este enlace se habla, sobre todo en la segunda parte del apunte, de alguna forma de desintoxicación que puede llevarse a cabo con la sal de cristal de roca:
“Vosotros sois la sal de la tierra; pero si la sal se desvaneciere, ¿con qué será salada? No sirve más para nada, sino para ser echada fuera y hollada por los hombres”.
Mateo 5:13
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